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Carta del Párroco de La Vellés


Parroquia de Santa Ana

LA VELLÉS (Salamanca)

Amigos todos:

Hubiera sido necesario presentar esta carta sobre el tema del Templo parroquial antes, pero he querido esperar a estas fechas para aprovechar la presencia de los hijos del pueblo que normalmente residen fuera y que regresan en estas fechas, para que la información valga para todos.

Nos hemos propuesto, La Comisión de Obras y yo como Parróco, llegar muy lejos y convertir nuestro mejor edificio, el Templo Parroqial, en algo ciertamente presentable ya que en estos momentos se utiliza pero está muy lejos de lo que podamos sentirnos orgullosos. Las puertas de acceso, las múltiples goteras, la instalación eléctrica, la ornamentación, la calefacción etc... son carencias que tenemos que afrontar como dice la canción: "Sin prisas pero sin pausas".

Se arregló la puerta principal que estaba clausurada con carácter definitivo y aunque todavía necesita que las manos de pintura igualen la parte antigua con la nueva y falta también la rampa de acceso para carritos y cochecitos, ya se está utilizando y creo que ha quedado bien. Por ella están entrando ya las personas que tienen dificultad para hacerlo por la otra puerta debido a las muchas gradas que hay y por ella están entrando y saliendo las procesiones. Creo que ha merecido la pena arreglarla. Aprovecho para decir que las puertas viejas están a disposición de quien pueda necesitarlas.

¿Que pasa ahora? El paso siguiente debe ser arreglar el tejado. Nada de cuanto podamos hacer dentro del Templo tiene sentido si sigue habiendo goteras. Hay que levantar andamios para arreglar definitivamente la torre que en muchos sitios está sin tejas y la unión de la torre con el cuerpo del Templo. Aprovechando los andamios se deberá resolver el problema de las piedras que se descolocaron en la torre y a las que se les dio una solución más estética que definitiva. Cuando arreglaron la caida del nido de la cigüeña, quitaron algunas goteras, pero las de la torre y su conexión con el cuerpo del Templo es imprescindible arreglarlas. Al mismo tiempo que se arregle el tejado, deberán anclarse dos grandes lámparas de forja que irán con iluminación en el centro del Templo; a ellas habrá que añadir la utilización de las repisas tanto de las columnas como del prebisterio para iluminar bien el interior. Cuando hay cualquier ceremonia un poco solemne , Primeras Comuniónes por ejemplo, apenas salen las fotografias por la falta de luz ambiental.

Debajo del coro irá otra lámpara más pequeña y si tenemos ganas y recursos, se pondrá una especie de pared transparente en el arco del coro para aislar la parte de entrada del resto del Templo. También hay que adecentar el sitio de la pila bautismal: Un mural embellecería el sitio y lo alejaría de su condición de trastero. ¡Ah! y la calefacción. Se están mirando formas, precios, costos de mantenimiento etc..., sería el colofón de una restauración imprescindible. Cuando se coloquen las lámparas, bueno sería cubrir el techo con algo diferente a esas placas negras para convertir en superficie reflectante de la luz el techo del Templo. Ha habido sugerencias y se siguen esperando cuantas quieran llegar, sobre la forma de cambiar ese aspecto del techo.

Para todo ello, no contamos con subvención alguna por parte de nadie. Estoy intentando que el arreglo del tejado corra a cargo del obispado puesto que afecta a la estructura del Templo, pero para todo lo demás solamente contamos con la buena y maravillosa colaboración de algunas personas que han trabajado con gran interés y esfuerzo en las puertas y que están trabajando en las lámparas de forja. Se pidió a los feligreses que en los bancos de la localidad pusieran una cantidad mensual y han sido muy pocos los que lo han hecho; algunos han dado donativos circustancialmente pero la mayor parte de los feligreses no han respondido adecuadamente por más que algunos han ofrecido muy dignamente sus argumentos para no ayudar ; ("a mi no me gustan las cuotas... yo prefiero ayudar de otra manera... ya ayudaré... yo prefiero el anonimato...") otros han aportado incluso hasta campaña en contra, es el sindrome de la gallina que escarba para afuera y que no pueden faltar nunca en ningún sitio. No puedo decir " que Dios les pague con la misma moneda", me basta con aquello de que "con su pan se lo coman".
Pero sí sería bueno que aprovechando la presencia de los residentes de fuera, se incrementaran las ayudas tanto las circustanciales como las mensuales y para ello se ha abierto, para que el que quiera aportar su granito, una cuenta en
CAJA DUERO - denominada OBRAS TEMPLO 2104-0140-25-9028523683, ya que Banesto cobra comisiones más altas. También hay un cepillo adosado a la puerta del Templo para depositar los donativos anónimos.

Otro tema: La Parroquia cuenta con un terreno muy bueno en el centro del pueblo, pero no tiene locales para reuniones, residencia del sacerdote, etc... Ha habido y hay peticiones de compra, pero esa no es la solución. No se puede perder patrimonio. Ese terreno no está en venta y si alguien del obispado ha podido opinar e incluso recibir ofertas, carece de autoridad sobre el tema. Solamante voy a aceptar un acuerdo con alguien que construya en esos terrenos y a cambio del terreno, entregue a la Parroquia parte de lo construido; la cantidad de la entrega quedará determinada en las conversaciones oportunas. Si conocen a alguien interesado en comenzar coversaciones al respecto, estamos necesitados de llegar a acuerdos sobre el tema y abiertos a llegar a las conclusiones necesarias. Por supuesto que los pasos se irán dando a conocer a los feligreses para que exista una información puntual y no por rumores.

Nada más que aprovechar para saludarles con esta carta que quiere ser una forma de establecer un contacto para que sepamos lo que se está haciendo, a que ritmo y cómo se puede ayudar. A quienes van llegando a pasar unos días con nosotros, que sean bien venidos.

Que Santa Ana, nuestra titular de la Parroquia nos ayude a todos a unos a acertar en los pasos y a otros a colaborar para ir haciendo de nuestro pueblo y de la Parroquia algo a la altura de cuanto ha sido, es y deberá seguir siendo La Vellés.